Las VARiantes que le faltan al fútbol español

Jaime Latre, primer árbitro que revisó una jugada en el VAR en España. (Foto: abc.es)

Jaime Latre, primer árbitro que revisó una jugada en el VAR en España. (Foto: abc.es)

China ha llevado a la realidad la pesadilla de George Orwell en la novela 1984, que plantea una sociedad distópica completamente vigilada por un Gran Hermano; pues en sus calles oscilan unas 170 millones de cámaras de seguridad, y hasta 2020 debían sumarse otras 450 millones.

Por si fuera poco, una buena parte de estos dispositivos de video cuentan con un sistema de reconocimiento facial, capaz de identificar en cuestión de segundos a casi la totalidad de la población china o extranjeros que ingresen en el país.

Como es lógico, este medio ha ayudado a disminuir la delincuencia de forma notable, por lo que ya se muestra como una de las mejores herramientas para los cuerpos de seguridad.

Hasta aquí todo bien… Pero, ¿se imagina usted si semejante inversión billonaria no se utilizara para combatir el crimen, o que se decidiera usar en algunos casos y en otros no? ¿Tendría sentido?

Algo similar está ocurriendo en el mundo del fútbol con la introducción del polémico Video Assistant Referee o Árbitro Asistente de Video (VAR) y, de forma muy marcada, en la Liga Santander.

Hace aproximadamente año y medio me referí a los problemas que enfrentaba el arbitraje de forma general en la Liga Española, que se comportaba como uno de los de más bajo rendimiento en Europa, y sobre la posibilidad de que este panorama variara con la llegada de la tecnología.

Hoy la realidad, según las palabras de Carlos Velasco Carballo, presidente del Comité Técnico de Árbitros, luego de concluida la primera vuelta de la competición, es que el porcentaje de error en cada situación del juego analizable es de menos del seis por ciento. Más allá de cualquier opinión, las cifras demuestran que la introducción del videoarbitraje en España ciertamente ha reducido de forma considerable las pifias de los jueces.

Sin embargo, lo cierto es que, si bien en menor medida, todavía se cometen errores graves, lo cual no resulta tan preocupante en sí, pues era conocido que este sistema no iba a eliminar por completo los deslices; pero lo que en realidad llama la atención es que estos fallos se deben en muchos casos a una subutilización de la herramienta. De esto ya se han quejado en un momento u otro la mayoría de los clubes españoles.

Partamos entonces de cuál es la función del VAR y su procedimiento:

Goles: el VAR incide en todas las acciones que determinan una jugada que acaba en gol. Los ejemplos más comunes son faltas previas, fueras de juego o balones que puedan haber cruzado la línea final o de banda. Para la línea de gol se utiliza un sistema de detección automático.

Penaltis: Revisa las jugadas en el área en busca de posibles infracciones y también rectifica aquellos sancionados que no lo sean.

Tarjeta roja: Valora el cambio de tarjeta amarilla a roja directa en dependencia de la gravedad o de anular la roja en caso de error manifiesto del árbitro.

Confusión de identidad: se aplica en las jugadas confusas en las que el árbitro no determina correctamente quién, por ejemplo, debe recibir una tarjeta.

El VAR, compuesto por un equipo de tres jueces, con acceso a todas las cámaras de la transmisión televisiva, revisa cada una de estas situaciones de juego y alerta al principal cuando considera que existen errores claros y manifiestos en situaciones decisivas, para que este analice de inmediato la jugada en una pantalla a pie de campo.

Resalto estos términos porque, desde mi punto de vista, es donde varía su forma de uso de La Liga, y su diferencia con la mayoría de los torneos en los que se ha utilizado.

Para analizar lo anterior, podemos tomar algunas de las situaciones que mayor polémica han generado a lo largo de la temporada.

Jugada de Suárez con Cuéllar en el Barcelona-Leganés. (Foto: El Desmarque)

Jugada de Suárez con Cuéllar en el Barcelona-Leganés. (Foto: El Desmarque)

En el encuentro entre el Barcelona y el Leganés, en la jornada 20, en el minuto 71 se produjo un choque entre el delantero azulgrana Luis Suárez y el arquero visitante Pichu Cuéllar, que terminó en gol. La jugada ya de por sí requería un buen criterio por parte del juez central, para poder determinar si existió falta en la misma.

Ricardo de Burgos Bengoetxea no consideró que había infracción y en la sala del VAR se decidió que no existía error claro o manifiesto, por lo cual la acción no fue revisada por el colegiado. Sin embargo, las imágenes desde un ángulo directo indican que Suárez ni siquiera toca el balón, que es el brazo del portero el que lo introduce, con el impacto del pie del uruguayo, en su propia valla. Ahora bien, en este caso no solo debió anularse el gol a los locales, sino que la dureza de la jugada podía incluso significar la expulsión del atacante.

Dos jornadas antes, en el partido entre el Real Madrid y la Real Sociedad, se produjo una colisión entre el extremo brasileño Vinícius Jr. y el guardameta argentino Gerónimo Rulli, que el árbitro José Luis Munuera Montero no consideró como pena máxima. Desde el VOR, que es como se nombra a la sala de videoarbitraje, la indicación fue “Todo Ok, José Luis”.

Choque entre Vinícius y Rulli en el Real Madrid-Real Sociedad. (Foto: marca.com)

Choque entre Vinícius y Rulli en el Real Madrid-Real Sociedad. (Foto: marca.com)

En este caso también fue desestimada una posible alerta al réferi, porque éste fue capaz de identificar de forma correcta que el arquero alcanzó a rozar el balón luego de que lo impactara inicialmente el jugador del Real Madrid. No obstante, la situación del encuentro y la gravedad de la falta ameritaban al menos un análisis directo del principal con la tecnología. La propia liga terminó reconociendo el error arbitral.

Una situación similar, pero a la inversa ocurrió en el choque de la jornada 23 entre el Atlético de Madrid y Real Madrid, partido que contó con varias jugadas controvertidas.

Falta de Giménez a Vinícius en el Atlético de Madrid-Real Madrid. (Foto: América TV)

Falta de Giménez a Vinícius en el Atlético de Madrid-Real Madrid. (Foto: América TV)

En la más discutida de todas, Xavier Estrada Fernández sancionó una falta de José María Giménez a Vinícius sobre la línea derecha (en defensa) de la portería del Atlético y señaló de inmediato el penal. Una vez más el dócil grupo del VAR marcó el “continúe usted”, en una acción que parecía ocurrir fuera por centímetros y que la lógica indicaba la necesidad de que fuera revisada de cerca por la persona que tiene que tomar la última decisión.

La jugada que dejo para el final es, al mismo tiempo, la que quizás ha generado mayor número de polémicas, no por ella per se, sino en general porque este tipo de situaciones han sido mal valoradas en varias oportunidades.

Se trata de un fuera de juego marcado a Karim Benzema en el desafío entre Real Madrid y Alavés, de la jornada 22, en un escenario en el que los merengues tenían un ataque claro por delante y el francés se encontraba habilitado por casi un metro de distancia.

En este punto, he de aclarar que en la mayoría de las ocasiones los asistentes están cumpliendo con la orientación de no levantar la bandera hasta que llega la anotación, salvo offside muy claro, para evitar precisamente este tipo de enredos.

Fuera de juego señalado a Benzema en el Real Madrid-Alavés. (Imagen tomada del Chiringuito de Jugones)

Fuera de juego señalado a Benzema en el Real Madrid-Alavés. (Imagen tomada del Chiringuito de Jugones)

Dejando atrás la equivocación al juzgar la posición del delantero, la única explicación en este caso para que el linier levantase la bandera es que considerara que, por la posición del campo, la acción no debía representar un peligro inminente. Por ello dejo acá lo que explica el reglamento al respecto:

Reglamentación relativa al fuera de juego con la introducción del VAR:

“Sólo está permitido retrasar la señalización de una infracción con el banderín o el silbato, en situaciones de ataque muy claras en las que un jugador esté a punto de marcar un gol o tenga un camino despejado en o hacia el área de penalti del equipo oponente”.

No obstante, esta no es la única problemática respecto a los fueras de juego. Son varios los conjuntos que se han quejado de un posible defecto en la utilización de la tecnología en este tipo de jugadas. Como ocurrió en el gol anulado a Ben Yedder en el Sevilla-Getafe de la cuarta jornada de La Liga Santander.

Un elemento resulta notablemente presente en la mayoría de las decisiones erróneas del arbitraje español: el principal por una razón u otra no revisa de forma directa en el video aquellas acciones que pueden resultar polémicas.

De forma contrastante, en Alemania e Italia lo más común es que el réferi revise toda jugada que pueda resultar dudosa y de peso en el encuentro. El resultado de ello, sin una pérdida de tiempo que pueda disgustar a los puristas del fútbol, es un arbitraje de mayor calidad y, por ende, una mayor justicia deportiva.

Más allá de una diferencia en el nivel arbitral o de la experiencia en el uso de la tecnología, que en ambos casos existe entre los jueces de estos países, el principal problema en España a día de hoy es en la interpretación del procedimiento del VAR.

En el fútbol, la mayoría de las decisiones arbitrales son de carácter interpretativo, por lo tanto, limitar la ayuda tecnológica a aquellos momentos puntuales en los que el colegiado no vio un tropezón, una mano o un golpe fuerte, es reducir al mismo tiempo sus posibilidades.

En la sala de video trabajan tres jueces con experiencia y con mucha mejor perspectiva que aquellos que se encuentran sobre el terreno de juego, por el tiempo para decidir, los múltiples ángulos, etc.; es por ello que resulta incomprensible que en situaciones como las comentadas no sean capaces al menos de cumplir con su rol protector y señalarle al que dirige que debería echar un vistazo de cerca.

De igual forma, no entiendo la seguridad mal encauzada de muchos árbitros de no querer confiar en la tecnología, que en última instancia es una herramienta para impartir mejor justicia, y prefieren confiar en lo que vieron, no siempre bien ubicados en cuestiones de milésimas; sobre todo cuando esas jugadas pueden decidir un encuentro.

Según nos cuenta Alexis Martín Tamayo, el famoso “Mister Chip”, en más del 99 por ciento de las ocasiones en las que el VAR falló, el resultado final hubiese sido el mismo; sin embargo, en el fútbol, como en la mayoría de los deportes, el factor psicológico es fundamental y un equipo no rinde de igual forma cuando va ganando, empatando o perdiendo. Eso significa que un gol mal anulado o que debió serlo, una expulsión o un fuera de juego precipitado pueden inclinar la balanza hacia un lado u otro; incluso pudieran significar la diferencia a la hora de decidir un campeonato.


(Tomado de Radio COCO)

Acerca de michelortega11

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